domingo, 25 de marzo de 2012

Etapa 8 - De Logroño a Nájera

Tercera etapa del tercer año - de Logroño a Nájera (29,6 km)

Con el cambio de hora esta noche hemos dormido una hora menos así que todo el Albergue estaba ya levantado cuando encendieron las luces a las 7:00 horas (las 6:00 en horario de invierno), así que recogimos rapidamente, un desayuno  de máquina rápido con las pastas de chocolate compradas ayer y empezamos por las vacias calles de Logroño.

Teníamos delante a un canadiense que empezaba aquí el Camino y empezó bien porque nada más salir a la calle se fué en dirección a Francia. Luego volvió sobre sus pasos para tomarnos de nuevo la delantera y al poco, unas calles más allá, sin venir a cuento, enfiló una perpendicular y desapareció por las callejuelas de la ciudad.

Siguiendo las indicaciones hemos cruzado el centro del ciudad, hasta llegar a las afueras y al Parque de la Grajera, un pulmón verde de la ciudad que rodea un lago lleno de aves acuáticas y zonas de avistamiento. Tras el parque una fuerte subida hasta situarnos por encima de la ciudad de Logroño y su entorno.

A 12,7 km entramos en Navarrete. Parece un pueblo precioso y quizás mereciera una visita más tranquila pero hoy tocaba andar, al ser una de las etapas más largas del Camino.

Luego Ventosa (km. 19,4) y de allí todavía un largo trayecto hasta llegar a Nájera (km 29,6). Antes de llegar hemos encontrado una pequeña área de descanso, ideal con su kiosko de madera, bancos y mesas para descansar excepto por un detalle... una fuente sin agua.

No había prisa así que tomamos un descanso y vimos como iban pasando dos chicas alemanas (que no hablaba castellano), una americana (idem), ... y el famoso canadiense (que parece había aprendido
a seguir las flechas).

El pueblo de Nájera lo estabamos viendo a lo lejos durante bastantes kilómetros por lo que al llegar a las primeras calles se nos hizo muy larga la llegada hasta el centro urbano.

En el cesped junto al rio encontramos a varios peregrinos tumbados en la hierba, una magnífica invitación para tumbarse y descansar tras la larga caminata, quitarse las botas y beber. Esta última parte, la más deseada por el sofocante calor del Camino, fué resuelta gracias a un bar cercano, ROYALTY II, donde me atendieron de maravilla con unos vasos de hielo, mis aquarius y abriendo la máquina del agua para poder llevarme una botella de 1,5 litros bien fría.

Tras un breve descanso hemos cruzado el puente sobre el rio para entrar en el Albergue Puerta de Nájera, un auténtico lujazo, una perla en el Camino, porque después de tanta piedra y tanto polvo encontrarse con un Albergue de suelos de parquet, bellas literas blancas en habitaciones azules, y con un precioso balcón con flores sobre el puente de Nájera,.. no se, .. parecía un sueño.

Tras pedirnos que tuvieramos cuidado con el piso de parquet, dejando en la entrada las botas por ejemplo, Maite nos contó que habían abierto hace dos semanas y que prácticamente estábamos estrenando el Albergue, y que esperaban que se diera a conocer dado que todavía no lo recogian las principales guías por lo que muchos extranjeros terminaban en el Albergue municipal. Ojala las cosas les vayan bien y la gente que lo visite aprecie el esfuerzo que han hecho y ayuden a cuidarlo.

Ella y su marido habían realizado el Camino completo en 2011 y conservaban en un vitrina todos sus recuerdos.

Tras una fenomenal ducha hemos salido para comer y al final hemos terminado en el Royalty II para tomar una ensalada, un "juanito" y unas copas de vino.

 
Terminamos la noche viendo a Rafa, su perrita Senda, y a Francesca que habian llegado algo más tarde al Albergue.  
 
 

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