domingo, 8 de mayo de 2011

Etapa 5 - Lorca - Estella

Quinta y última etapa: Lorca - Estella (8,7 km)

Sólo nos quedaban pocos km para llegar a Estella, donde terminaba nuestro camino este año.
Aun así nos hemos levantado con el resto de los peregrinos a las 6:00 horas. El Albergue La Bodega de la Salud no servía desayunos sino que ofrecía una serie de máquinas de catering a los peregrinos (café y bollería).

A las 7:15 ya estábamos andando en dirección a Estella. A la salida de Lorca hemos coincidido con Juanjo, que estaba con su hijo que había venido en coche, y Uxua. Hoy parece que tendrían reunión familiar en Los Arcos, a 30,9 km. Para hacer más ligera la etapa dejaron sus macutos en el coche. Evidentemente a partir de este momento su ritmo era mucho más rápido  por lo que nos sacaron unos metros pero se produjo además otra incidencia que nos separó en el Camino: Antes de llegar a Villatuerta nos llegó un negro con rastas saltando por los trigales levantando los brazos pidiendo ayuda en inglés HELP! HELP!... Nuestra primera intención fue no parar y continuar pero al final nos quedamos para que le diera tiempo a llegar. El rastas sólo hablaba en inglés y nos contó que en el túnel que pasa por debajo de la carretera, dijo señalando un oscuro paso bajo el terraplén de la nacional, se le había quedado el coche en un hoyo y no podía sacarlo y no podía llamar a la policía para no tener problemas. La situación cuanto menos nos parecía extraña y peligrosa, y temiendo que tuviéramos a cinco compatriotas escondidos en el túnel para robarnos, le acompañamos con preocupación y bastante desconfianza, guardando cierta distancia entre nosotros para poder tener mayor visibilidad de la zona.

Al final resultó que era verdad y rastas había metido un coche en un lateral del camino de tierra, y tenía las dos ruedas izquierdas completamente suspendidas en la zanja del sembrado. No se si era la desesperación o que esa mañana le había dado mucho el sol pero pretendía que levantáramos a pulso el coche para situar las cuatro ruedas en el camino, y luego que nos metiéramos en la zanja a sujetarle el coche mientras pisaba el acelerador ¿¿??. Al final intentamos empujar un rato para que viera que era imposible y tras darnos las gracias salió corriendo con sus trenzas en busca de más amigos suyos para que le ayudaran tirando con otro coche.

Tras esta parada de media hora reanudamos nuestro Camino hacia Villatuerta, llegando a las 8:30 horas a una cafetería-pastelería, “MARTA”, que nos habían recomendado en el Albergue. Evidentemente con la parada del coche ya no quedaba nadie del Albergue y supusimos que Juanjo y Uxua estarían unos km más adelante camino de Estella.

Allí dirigimos nuestros pasos al poco rato, recreándonos en los últimos km, realizando fotos a las señales del Camino (para que luego las viera David) hasta llegar a las 9:36 h a las puertas de Estella.

Tras sellar la credencial en el Albergue que hay a la entrada nos encontramos por las calles de Estella con los gaditanos que habían salido una hora más tarde de su Albergue en Lorca, por lo que pudimos despedirnos y desearles Buen Camino antes de dirigirnos a la estación de autobuses para volver a Madrid.

sábado, 7 de mayo de 2011

Etapa 4 - Zariquiegui - Lorca

Cuarta etapa: Zariquiegui - Lorca (26,3 km)

La habitación la compartíamos con los franceses y a las 6:00 de la mañana ya estaban haciendo ruido por lo que nos vimos obligados a levantarnos.
Nuestra sorpresa era que a esa hora ya había abandonado la habitación una persona que por eliminación resultó ser una señora, creo que inglesa y de edad indescifrable (pero que superaba los 50 fijo), que parecía el conejito de duracel: Cogía cuerda por la mañana y no paraba hasta la noche. Tal envia nos causó que nos planteamos seriamente pasarnos a la dieta que hacía a base de plátanos.
Bueno pues nuestra amiga debió bajar a las 5:30 horas cosa que no debió de hacerle ninguna gracia a uno de los gaditanos que dormía en el sofá del salón donde se servian las comidas y también los desayunos. Eso le pasa por no hacernos caso la noche anterior cuando le recomendamos poner la tostadora y una botella de leche en la puerta con un cartel en la puerta indicando que los desayunos antes de las 6:30 horas se toman en la calle.

Por nuestra parte sobre las 6:45 horas ya habíamos recogido todo y bajamos a desayunar. Para nuestra desgracia no todo el mundo sabe comportarse dado que los franceses habían arramblado con todo lo que había para desayunar. Es más la última que quedaba en la mesa se llevó todo el pan que quedaba, se huntó toda la mantequilla que pudo y vació hasta el fondo el bote de mermelada... ¡ojala reviente subiendo al Alto del Perdón!

Así que a nosotros y a un italiano, nos ha tocado desayunar con los pocos restos que nos dejaron.

La etapa se prometía bonita y por el Camino nos hemos ido encontrando varias veces con los gaditanos lo ha hecho más amena la etapa. Además Zariquiegui estaba a medio camino del Alto del Perdón y por lo tanto sólo tendriamos que subir 125 mts que nos separaban de la cima.

Dada la hora el sol estaba saliendo haciendo más agradable la subida.

La bajada fué bastante más dura, 2,5 km y 255 mts de desnivel en un camino plagado de piedras. Una tortura para unos pies con ampollas.

Por suerte luego el Camino ha sido llano hasta Uterga (5,8 km desde el inicio) que tenía el Albergue cerrado (y por tanto no podemos tomarnos un café,... continúa la maldición del día anterior), y por fin a las 8:45 llegamos a Muruzábal (km 8,5) donde si, había una magnífica cafetería donde parar y resguardarse de la lluvia que empezó a caernos algunos km atrás.

Desde Muruzábal seguia en un leve sube y baja entre campos de alcachofas, espárragos y trigales, hasta llegar a Obanos con su impresionante iglesia de San Juan Bautista. No en vano Obanos es el punto donde confluyen el Camino que viene de Roncesvalles con el Camino aragones que entra por Somport.

A estas alturas me dolían un montón los pies (sobre todo el talón y la base de los dedos) por lo que le he pedido a Jose que avanzaramos todo lo posible sin parar para que los pies no se enfriaran. No obstante en Puente de la Reina (km 13) tuvimos que deternos, al encontrarnos con los gaditanos y con un matrimonio de Navarra (Uxua y Jesús) que se separaban: Jesús dejaba el Camino por las ampollas y Uxua continuaba con Juanjo, un amigo que habían hecho días atras. Así que allí estaba la familia de Uxua para llevarse al yerno y de paso repartir .. ¡¡PLATANOS!! a todos.
Aprovechamos la parada para visitar la Iglesia del Crucifijo y la Iglesia de Santiago cuyo campanario podía ser visto a muchos km de distancia. Por último salimos de la ciudad cruzando el puente románico sobre el rio Arga.

Los pies los tenía cocidos, y a estas alturas daba igual andar de puntillas, de lado o de talón para sentir los pinchazos. Además sentía el gemelo izquierdo algo subido por lo que evitaba subir fuerte cuando llegaba un repecho. No obstante la idea de Jose de alargar un poco más la etapa del final inialmente previsto en Ciraqui (21,2 km) e ir a Lorca (26,3 km) no me pareció mala. Así nos quedaría menos para mañana, al quinta y última etapa hasta Estella.

Así que a la salida de Puente la Reina (11:20 horas) cancelamos la reserva telefónica que habíamos realizado al Albergue Maracotx (en Ciriaqui) y confirmamos nueva reserva en el Albergue la Bodega de la Salud (Lorca). La suerte estaba ya echada....

El Camino hasta Ciriaqui se ha complicado bastante, con tramos de 1 km con 150 mts de subida, mucho más empinados y complicados de subir que el Alto del Perdón. En este punto nos cruzamos con muchos peregrinos, cada uno a su ritmo pero la mayoría sudando de lo lindo para llegar hasta el pueblo. Ya en el pueblo la cuesta continuaba hasta la plaza principal. A esta hora el cielo estaba totalmente cubierto y empezó a lloviznar un poco.

Si nos faltaba algo, cuando ya habíamos dejado Ciriaqui bien atrás y esperábamos encontrarnos Lorca a lo lejos, nos encontramos con varios carteles señalizadores que nos indican que la distancia real desde ese punto eran casi 6 km!!. Acordé con Jose que no me esperara y fuera por delante hasta Lorca para ir a mi ritmo (lento pero continuo). Casi todo el mundo llevaba puestas sus capas de agua, excepto un servidor que por no parar aguantaba la llovizna hasta que de pronto un trueno llevo el diluvio y en un momento todos los peregrinos, con capa o sin ella, salieron corriendo buscando un techo donde cobijarse. Techo?? he dicho techo?? pero si estamos en mitad del campo.. Seguí avanzando como pude hasta llegar a un pequeño puente medieval. Tan estrecho era que apenas evitaba que te mojaras. Como no había otra solución y estaba completamente empapado tiré al suelo el macuto en una zona que había menos barro, y me despojé de toda la ropa haciendo equilibrios con mis doloridos pies encima de él. Por suerte en los minutos que siguieron no apareció nadie, dandome tiempo a cambiarme con ropa seca y un forro polar. Con estas pintas, descalzo encima del macuto y con un trozo de chistorra en la mano me encontraron una pareja de ingleses que buscaba también refugio.

Tras media hora de descanso, reanudé el Camino, esta vez con un pantalón de agua y el chubasquero, para llegar bajo la lluvia por fin a Lorca a las 15:00 horas.

El Albergue de la Bodega de la Salud es enorme y magnífico. Nos hemos instalado en una de las estancias más amplias en la cuarta planta, una zona abuardillada con seis literas de madera. A la entrada tiene los servicios y unas magníficas duchas de agua caliente. Tras realizar las curas (no tenía tan mal los pies, sólo unas pocas ampollas. Lo que me dolían eran las durezas de la planta de los pies)

Dada la hora todavía no han llegado muchos peregrinos. Coindimos de nuevo con Uxua y Juanjo, con los que compartimos mesa en el bar/restaurante de la planta baja.

Por cierto los hospitaleros supersimpáticos. Aunque eran ya las 16:00 horas Marisol no puso problema alguno cuando le pregunté si podía comer. Preparó una pizza y a los pocos minutos acompañaba a la mesa al resto (Jose, Uxua y Juanjo) que estaban ya con los postres. Luego una tranquila sobremesa hasta que a las 17:30 nos preguntaron si queríamos cenar ¿¿??. Ante nuestra cara de asombro (acabábamos de comer) nos aclararon que tenían dos turnos, el de las 18:30 (para los franceses y alemanes que están como una chota) y el de las 19:00 horas. Al final decidimos cambiar la cena por un picoteo con unos pedazo bocatas que había preparado la madre de Uxua de jamón con tomate, junto con la longaniza, salchichón y el queso que traíamos nosotros.

Mientras tanto los franceses seguian en su gueto particular, con la señora del albergue anterior haciendo de nuevo de las suyas, esta vez despojándose de las botas y calcetines en la mesa para mostrar sus heridas mientras los otros disfrutaban tirandole fotos a sus pies... ignorantes, si supieran que la culpa de tener así los pies es por que se le ha cortado la mantequilla que se engüllo la muy ... esta mañana.

viernes, 6 de mayo de 2011

Etapa 3 - Zubiri - Zariquiegui

Tercera etapa Zubiri - Zariquiegui (31,4 km)

Compartiendo habitación con 5 alemanes y 1 frances es normal que a las 6:00 h tuvieramos ya los ojos como platos escuchando aquí y allá el jaleo de una frenética recogida. Así que a las 7:05 estábamos ya andando con el macuto a la espalda y el estómago vacio dado que el Albergue Zaldiko no había máquinas de café, y preferíamos partir sin más tardanza esperando tomar un buen desayuno en el siguiente pueblo.... en el siguiente pueblo... que error.. porque el "siguiente" pueblo con un bar que encontramos estaba en Villaba, ¡¡ a 15,8 km !!, al que llegamos tras 4,5 horas de caminata.

La parte positiva, siempre hay que buscar algo +, es que ganamos bastante tiempo y evitamos tener que andar como si estuviéramos en la Gran Via, situación que se produciría un poco más tarde (ayer nos decían en la tienda de comestibles que en lo que llevaban de año incluso habían venido mucho más peregrinos que en las mismas fechas del pasado año compostelano, una locura).

La primera parada, fué en Larrasoaña, a 5 km, donde había un albergue municipal de 58 plazas en un pueblo sin tiendas, ni bar ni nada de nada... pero si tenían al menos máquinas de catering que servian cafés, bebidas y bolsitas de frutos secos. Ante este panorama decidimos seguir adelante en busca del tan deseado café ( y eliminar así nuestras ojeras).

Axerreta, Irrotz, ... lo mismo, pequeños pueblos de 20 casitas sin un triste bar. La ventaja de estos pueblos ha sido que estaban muy lejos de la carretera, alejandonos del ruido y del mundanal ruido y transitando el Camino entre sendas arboladas con un encanto muy especial.
Tras casi 16 km por fin estábamos a las puertas de Villaba, el pueblo de Miguel Indurain, al que se llega cruzando el rio por un puente medieval frente al Albergue de Trinidad de Arre donde paramos para sellar nuestras credenciales.

Unos cientos de metros después la cafetería Paradise donde José Luis se ha dejado caer en una silla diciendo que de ahí no se movía sin tomarse su café.. y no éramos los únicos porque la terraza del bar se combirtió en un punto de reunión de todos los peregrinos que iban llegando buscando desayunar.

El resto del Camino fué ya por el casco urbano hasta llegar a Pamplona entrando por el puente medieval de la Magdalena, que conduce directamente a las murallas de la ciudad con su puente levadizo.
Como íbamos con tiempo aprovechamos para ver la Catedral (claustro, catedral y museo 2 € para los peregrinos). Luego a la salida nos decidimos por una opción menos religiosa y más lúdica, ver la plaza del ayuntamiento donde dan el chupinazo (nos pareció más pequeña que en la TV hasta que un policía municipal que nos hizo una foto nos aclaró que cuando tienen los sanfermines los edificios de la plaza los mueven con un gato hidráulico para que entre más gente... vaya parece que además de amables tienen bastante guasa los municipales por aquí).

Luego la calle Estafeta con sus típicos bares de pinchos donde hemos paramos para picar algo antes de ir a la estación de autobuses para comprar con tiempo los billetes de vuelta desde Estella a Madrid del próximo domingo.

Dada la hora y para evitar tener que andar los próximos días con mucha gente en el Camino, hemos preferido hacer un esfuerzo, evitando dormir en Pamplona y avanzando hasta el siguiente Albergue de Zariquiegui, a 11 km y a medio camino al Alto del Perdón.

Eso sí, paramos unos minutos en la Universidad de Navarra para sellar nuestra credendial, iniciando desde este punto, primero una leve subida y luego una pendiente bastante bastante dura (sobre todo tras 32 km de etapa) hasta llegar a Zariquiegui, a las 17:35 horas.

El albergue de Zariquiegui (948 353353 - 679 230614) es precioso, un coqueto edificio de dos alturas con dos amplias habitaciones en la planta superior, de colores pasteles y magníficamente decorado con un carácter muy familiar. Belén, y luego Alicia, nos han  atendido de maravilla, manteniendose afable y muy cordial incluso cuando empezó a caer agua de la lámpara de la planta baja tras duchanos (luego se comprobó que el problema era la tubería del lavabo).

Tras aclararse el tema del lavabo aprovechamos para salir fuera del Albergue y tomar unas instantaneas con la puesta de sol. Muchos extranjeros posaban junto a la fuente que hay frente a la coqueta iglesia de este pueblo (luego me aclararon que salía en la película "The Way" donde Martin Sheen encarna a un padre que hace el Camino en memoria de su hijo fallecido).


Lo más sorprendente fué la hora de la cena. La sala de estar se convertía en comedor abriendo uan amplia mesa pero en la que no era posible sentar a todos los peregrinos por lo que tuvimos que escoger tanda. No fué una elección dificil, la primera sería servida a a unos franceses siesos, primos hermanos de tutamcamon, y la segunda a un grupo de gaditanos con los que hemos pasado una estupendísima velada.

jueves, 5 de mayo de 2011

Etapa 2 - Roncesvalles - Zubiri

Segunda etapa Roncesvalles - Zubiri (24 km)

A las 6:00 horas ya estaban encendiendo las luces pero mucho antes bastantes pelegrinos, en su gran mayoría extranjeros (alemanes, franceses, canadienses, ...) se habían levantado ya. Dada la alta ocupación de los dos albergues de Roncesvalles, la etapa sería una contrareloj para asegurar plaza al final de día.
Así que, a las 6:45 estábamos ya en caminio hacia Zubiri atravesando bucólicos paisajes de bosques, es más gran parte del Camino discurre a la sobra de frondosos bosques de hayedos, robledales, ..
Com estábamos con el estómago vacio, a las 7:15 paramos a desayunar en el primer pueblo, Burguete. Café, tostadas con mantequilla y un zumo para cargar fuerzas.
El sol se levantaba poco a poco en un día despejado sin ninguna nube, dejando eso si pequeños bancos de niebla en el fondo del valle.

Por el Camino era habitual encontrar grupos de caballos, con sus potrillos pastando. En Valcarlos había comprado una gran bolsa de zanahorias y les ofrecí algunas... no mostraron el menor interés, a los caballos navarros no les gustan las zanahorias.

Tras atravesar varios pueblos (Espinel, Bizkarreta, Lintzoin, ...) llegamos al Alto de Erro (800 mts) sin subir grandes cuestas lo que nos dió la posibilidad de disfrutar del paisaje y del verde que nos rodeaba.

Con semejante madrugon llegamos a las 12:00 horas a nuestro destino, Zubiri, con la duda de seguir Camino o parar y asegurarnos una plaza en el Albergue. Dado que la siguiente población, Larrabaña a 5,5 km, tenía sólo un albergue hemos decidido quedarnos en Zubiri, en el Albergue Zaldiko regentado por Mª Eugenia (609-736420) que tambien lleva un Bar/Restaurante (Bar Baserri) donde nos sirvieron un completo menú de Peregrinos por 10 €.
Por cierto Mª Eugenia nos ha confirmado que Mayo es el mes con más peregrinos, por encima incluso del mes de Agosto, y que debíamos esperar que los albergues esten llenos durante todo el Camino. Efectivamente durante toda la tarde fueron llegando más y más peregrinos y a eso de las 17:00 horas ya estaban todos los Albergues y pensiones de Zubiri completos, por lo que algunos peregrinos optaron por dormir en las calles o junto al rio.

Teníamos varias horas hasta la cena así que aprovechamos para pasear por el pueblo (nada de interés), y leer y descansar junto al rio.

Para cenar teníamos para escoger ir de nuevo al Restaurante y meternos 1000 calorias de los típicos menús de peregriono o la opción finalmente escogida, hacernos una ensalada. En una tienda cercana (Carnicas Arrieta - 948 304009) nos pertrechamos de tomates, cogollos, pan  y queso. El albergue tenía platos, fuentes y demás pertrechos de cocina así que media hora más tarde estábamos sentados ante una enorme ensalada.
A las 21:30 ya estábamos con el soniquete del "vamos a la cama ...". Mañana nos tocaría de nuevo madrugar si queríamos encontrar sitio para dormir.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Etapa 1 - De Valcarlos a Roncesvalles

Primera etapa Valcarlos – Roncesvalles (13 km)

Hemos llegado a la estación de Pamplona a las 13:40 horas y teníamos el taxi esperando fuera. Al final hemos compartido el taxi con un padre y su hija que vienen del otro lado del Atlántico. Él había realizado el Camino hace bastantes años y había esperado hasta que su hija fuera mayor para poder compartir los dos juntos la experiencia. Ojala pueda hacer lo mismo dentro de unos años!.

Hemos estado haciendo cuentas en el tren y si paramos en Sant Jean no tendremos tiempo de completar una etapa, así que hemos decidido inicar el Camino en la frontera francesa, en Valcarlos.

Al final hemos llegado a Valcarlos a las 15:00 horas. El recorrido en taxi a resultado curioso dado íbamos viendo el recorrido que horas después tendríamos que realizar, y cuanto más bajaba y bajaba el taxi serpenteando por un profundo valle nos íbamos dando cuenta del fenomenal esfuerzo que nos íba a suponer superar los 700 mts de desnivel que tienen los Pirineos por este punto.

Tras parar en el bar+tienda, un autentico zoco para peregrinos, fuímos al Ayuntamiento donde nos sellaron no sin antes preguntarnos como era posible que el último sello fuera de Ponferrada: "Es que hay que hacer bien las cosas y comenzar donde empieza el Camino".

Hemos salido finalmente de Valcarlos a las 15:48 horas. Al principio disfrutamos del estupendo paisaje que llenaba de tonalidades verdes todo lo que nos rodeaba, pero conforme la senda se fué empinando nuestra vista ya no se separaba de las piedras del Camino. En algunos puntos era tan empinada la cuesta que incluso teníamos que ayudarnos de las manos.

Por fin sobre las 19:00 horas estábamos en el puerto de Ibañeta, que con sus 1.057 mts sería uno de los puntos más altos del recorrido que incíabamos este año.

Desde el puerto sólo tocaba bajar hasta Roncesvalles, donde llegamos a las 19:45. Roncesvalles inauguró hace poco el nuevo Albergue (el pasado 18 de Marzo), un auténtico hotel cinco estrellas para los peregrinos. Nuestra sorpresa era que estaban acogiendo a multitud de peregrinos que iban llegando en oleadas en autobús (desde el aeropuerto posiblemente) y a esta hora sus 183 plazas estaban ya ocupadas!!, por lo que la única opción que teníamos era dormir en el antiguo albergue, una especie de capilla románica abobedada, con una sola nave con tres filas de literas.

Una vez instalados fuímos a "La Posada" para disfrutar de una típica "cena de peregrinos" de tres platos (macarrones, trucha y de postre un yogour) en compañia de una sudafricana sin papeles y una canadiense con vocación religiosa.

A las 20:00 horas cerraba el albergue, así nos lo recordó el hospitalero extendiendo sus manos a todos los que salíamos a tomar el aire. Y dicho y hecho, a esa hora cerraban las puertas y unos minutos más tarde estábamos todos durmiendo con el hilo musical de un ave maría que gracia a la acustica del alberque nos envolvía a todos...