viernes, 6 de mayo de 2011

Etapa 3 - Zubiri - Zariquiegui

Tercera etapa Zubiri - Zariquiegui (31,4 km)

Compartiendo habitación con 5 alemanes y 1 frances es normal que a las 6:00 h tuvieramos ya los ojos como platos escuchando aquí y allá el jaleo de una frenética recogida. Así que a las 7:05 estábamos ya andando con el macuto a la espalda y el estómago vacio dado que el Albergue Zaldiko no había máquinas de café, y preferíamos partir sin más tardanza esperando tomar un buen desayuno en el siguiente pueblo.... en el siguiente pueblo... que error.. porque el "siguiente" pueblo con un bar que encontramos estaba en Villaba, ¡¡ a 15,8 km !!, al que llegamos tras 4,5 horas de caminata.

La parte positiva, siempre hay que buscar algo +, es que ganamos bastante tiempo y evitamos tener que andar como si estuviéramos en la Gran Via, situación que se produciría un poco más tarde (ayer nos decían en la tienda de comestibles que en lo que llevaban de año incluso habían venido mucho más peregrinos que en las mismas fechas del pasado año compostelano, una locura).

La primera parada, fué en Larrasoaña, a 5 km, donde había un albergue municipal de 58 plazas en un pueblo sin tiendas, ni bar ni nada de nada... pero si tenían al menos máquinas de catering que servian cafés, bebidas y bolsitas de frutos secos. Ante este panorama decidimos seguir adelante en busca del tan deseado café ( y eliminar así nuestras ojeras).

Axerreta, Irrotz, ... lo mismo, pequeños pueblos de 20 casitas sin un triste bar. La ventaja de estos pueblos ha sido que estaban muy lejos de la carretera, alejandonos del ruido y del mundanal ruido y transitando el Camino entre sendas arboladas con un encanto muy especial.
Tras casi 16 km por fin estábamos a las puertas de Villaba, el pueblo de Miguel Indurain, al que se llega cruzando el rio por un puente medieval frente al Albergue de Trinidad de Arre donde paramos para sellar nuestras credenciales.

Unos cientos de metros después la cafetería Paradise donde José Luis se ha dejado caer en una silla diciendo que de ahí no se movía sin tomarse su café.. y no éramos los únicos porque la terraza del bar se combirtió en un punto de reunión de todos los peregrinos que iban llegando buscando desayunar.

El resto del Camino fué ya por el casco urbano hasta llegar a Pamplona entrando por el puente medieval de la Magdalena, que conduce directamente a las murallas de la ciudad con su puente levadizo.
Como íbamos con tiempo aprovechamos para ver la Catedral (claustro, catedral y museo 2 € para los peregrinos). Luego a la salida nos decidimos por una opción menos religiosa y más lúdica, ver la plaza del ayuntamiento donde dan el chupinazo (nos pareció más pequeña que en la TV hasta que un policía municipal que nos hizo una foto nos aclaró que cuando tienen los sanfermines los edificios de la plaza los mueven con un gato hidráulico para que entre más gente... vaya parece que además de amables tienen bastante guasa los municipales por aquí).

Luego la calle Estafeta con sus típicos bares de pinchos donde hemos paramos para picar algo antes de ir a la estación de autobuses para comprar con tiempo los billetes de vuelta desde Estella a Madrid del próximo domingo.

Dada la hora y para evitar tener que andar los próximos días con mucha gente en el Camino, hemos preferido hacer un esfuerzo, evitando dormir en Pamplona y avanzando hasta el siguiente Albergue de Zariquiegui, a 11 km y a medio camino al Alto del Perdón.

Eso sí, paramos unos minutos en la Universidad de Navarra para sellar nuestra credendial, iniciando desde este punto, primero una leve subida y luego una pendiente bastante bastante dura (sobre todo tras 32 km de etapa) hasta llegar a Zariquiegui, a las 17:35 horas.

El albergue de Zariquiegui (948 353353 - 679 230614) es precioso, un coqueto edificio de dos alturas con dos amplias habitaciones en la planta superior, de colores pasteles y magníficamente decorado con un carácter muy familiar. Belén, y luego Alicia, nos han  atendido de maravilla, manteniendose afable y muy cordial incluso cuando empezó a caer agua de la lámpara de la planta baja tras duchanos (luego se comprobó que el problema era la tubería del lavabo).

Tras aclararse el tema del lavabo aprovechamos para salir fuera del Albergue y tomar unas instantaneas con la puesta de sol. Muchos extranjeros posaban junto a la fuente que hay frente a la coqueta iglesia de este pueblo (luego me aclararon que salía en la película "The Way" donde Martin Sheen encarna a un padre que hace el Camino en memoria de su hijo fallecido).


Lo más sorprendente fué la hora de la cena. La sala de estar se convertía en comedor abriendo uan amplia mesa pero en la que no era posible sentar a todos los peregrinos por lo que tuvimos que escoger tanda. No fué una elección dificil, la primera sería servida a a unos franceses siesos, primos hermanos de tutamcamon, y la segunda a un grupo de gaditanos con los que hemos pasado una estupendísima velada.

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