martes, 13 de abril de 2010

Mi primer Camino de Santiago - Ultima etapa. ¡Hasta el año que viene!

Cuarta etapa El Ganso – Molinaseca (7,6 km)

No había necesidad de madrugar dado que nos quedaban unos pocos kilómetros para llegar al final de la etapa y del Camino, al menos este año, así que cuando nos levantamos el resto de los pelegrinos ya se habían ido y estabamos practicamente sólos en todo el albergue.

Fué por tanto un últmo camino en solitario, y algo triste al tener que volvernos para Madrid.

El Camino, paralelo a la carretera y con la vista puesta en la ciudad de Ponferrada, no tenía perdida así que en menos de una hora y media estabamos ya andando por las calles de Ponferrada.

Tras una breve parada para ver el castillo templario, construido po rla Orden del Temple para proteger el Camino de Santiago, antes de coger el autobús de vuelta a Madrid.


¡¡ Adiós Camino, hasta el año que viene!!

lunes, 12 de abril de 2010

Mi primer Camino de Santiago - Salimos en la tele!!

Cuarta etapa El Ganso – Molinaseca (32,2 km)

Caímos redondos después de la etapa de ayer. Por suerte todos los que estábamos en el “Cowboy” hemos ocupado la planta superior del albergue por lo que no hemos montado mucho ruido a la hora de dormir. La distribución del albergue de El Ganso era un tanto curiosa con un enorme ventanal sin cortinas en la primera planta.

Me he despertado de noche. Las farolas de la calle iluminaban la partida de los más madrugadores, un grupo de alemanes que dormían en la planta de abajo. Esto ha sido a las 6:30 de la mañana. Nosotros nos hemos despertado más tarde y con las primeras luces del alba estábamos todos en el comedor buscando algo que comer. Si, “buscando” porque Aarón, el hospitalero del albergue apenas ha dejado algo que llevarnos a la boca.

Nuestro objetivo era situarnos lo más cerca posible de nuestro destino, Ponferrada por lo que nos hemos planteado una etapa larga. Además hoy pasábamos por la Cruz de Ferro, que con 1.500 mts es el punto más alto del Camino Francés, salvando un desnivel de unos 500 mts, que luego debemos bajar.

A las 8:30 de la mañana estábamos ya de camino a Rabanal del Camino. Hasta esta primera parada han sido 7 km algo duros dado que la pequeña herida que arrastro desde Hospital de Órbigo ha seguido sufriendo el roce continuo de la hebilla de la bota, pero luego ha ido mejor conforme ha ido subiendo la pendiente (me ha permitido cambiar el apoyo del pié). En Rabanal hemos enlazado con la chica belga y el francés que salían de desayunar (no me extraña).

En Foncebadón (km 12,5 km) se ha sumado más gente al grupo, un par de canadienses (que habían venido a estudiar español y que terminaban su estancia en nuestro país realizando el Camino) y un español que reemprendía este año el Camino tras dos intentos anteriores en los que tuvo que abandonar por sendas lesiones.

Pero no eran los únicos. A medio camino una persona con una cámara de televisión saludó al francés y tras charlar un rato se sumó al grupo grabando parte de la subida. Poco después nos enteramos que el francés llevaba unos 1.500 km, que partió a mediados de febrero desde su casa y que al llegar a Roncesvalles un equipo de la televisión francesa (www.jds.tv) le propuso incluirle en un documental sobre El Camino de Santiago que estaban grabando y que van a difundir en la 2 francesa desde el 4 al 25 Julio (concretamente la redactora nos indicó que nos conectáramos el 11 de Julio a las 11:30 horas para ver si salíamos...).

Con este animado grupo hemos llegado a la Cruz de Ferro. La tradición manda dejar una piedra a los pies de la Cruz y debe ser una tradición muy antigua y arraigada si tenemos en cuenta el montículo de varios metros que la rodea. Son curiosos los mensajes que se incluyen. No faltan también los objetos de diversa índole (cintas, notas escritas, recuerdos del viaje, ...) que la gente ha ido dejando con el paso del tiempo. Finalmente he cogido una piedra del camino y con un rotulador he incluido mi propio mensaje y cuando iba a dejarla la redactora me ha preguntado si no me importa que me filmen
– "No"
Total era uno de tantos. Al cabo de un rato todos habíamos pasado por la Cruz y habíamos tenido nuestros minutos de gloria frente a la cámara.

Pasada la Cruz nos hemos dirigido hasta Manjarín (2,3 km), y el albergue de Tomás el Templario. La verdad es que resulta imposible que pase desapercibido por las banderas, las indumentarias de Tomás y la gente que le acompaña en el albergue, la música de fondo y el ambiente que se respira en su interior. Merece una visita con una amplia biblioteca dedicada en su mayor parte a los templarios.

La compra de un bordón en el albergue ha resultado providencial si tenemos en cuenta que luego hemos tenido que descender 300 mts hasta El Acebo (7 km) por una fuerte pendiente llena de piedras del tamaño de la puñetera bota que me estaba rozando la herida del pié. Ha sido con diferencia el momento más duro.

Y la llegada a la fuente de El Acebo una bendición. Estaba seco, seco y con nueve dedos y medio en los pies. Acordamos comer allí mismo y aproveché para quitarme las botas de las narices, realizarme algunas curas y calzarme unas magníficas, estupendísimas, sandalias con las que he realizado el resto de el Camino.

Eliminado el problema de los pies el resto del Camino ha sido una gozada, con un recorrido mucho más bonito, cruzando riachuelos, zonas con bastante vegetación, verdes prados, pequeños senderos en la ladera de la montaña, bellos paisajes de fondo ... hasta llegar a última hora de la tarde a Molinaseca (8 km).

Llegados al pueblo hemos descubierto la picardía de los comercios que viven del Camino, que confunden al peregrino con algunas señales amarillas que les llevan a las puertas de sus tiendas. El tendero nos ha recomendado dormir en el albergue municipal que está a las afueras del pueblo. Nos hemos puesto en camino y 20 minutos después estábamos en la puerta del albergue viendo como el mismo tendero estaba cortando madera en el jardín (¿¿¿???). También estaban los canadienses, el francés con el equipo de televisión, y un montón de gente más. ¿Hemos caido todos en la misma trampa pasando por la tienda y escuchando los consejos del tendero??

Verdad o no, lo cierto es que el albergue está muy bien. Alfredo, el hospitalero, nos ha informado que no tienen servicio de comidas y que si queremos cenar y coger algo de desayuno no tenemos otra que ir de nuevo al pueblo. Eso sí, se ofrecía a dejarnos una botella de “gasolina” para entrar en calor una vez nos hubiéramos duchado.

De vuelta al pueblo nos hemos encontrado con los hermanos belgas. Una suerte.... parece que casi todos los que estábamos en El Ganso hemos completado el mismo recorrido. Hemos tenido ocasión de despedirnos porque probablemente no volveremos a coincidir dado que mañana terminamos en Ponferrada....
....con lo que empezaba ya a engancharme el Camino....

domingo, 11 de abril de 2010

Mi primer Camino de Santiago - En un bar cowboy entre gasolina y cijeñas

Tercera etapa Hospital de Orbigo – El Ganso (29,9 km)

El desayuno a sido estupendo. Miguel, el hospitalero, había dejado hechas unas tostadas y teníamos zumo, café, galletas, .. Una magnífica forma de reponer fuerzas para la larga caminata que nos esperaba. Hemos aprovechado para preguntarle a Miguel sobre los albergues que teníamos por delante y nos ha recomendado el de El Ganso que lo regenta Aarón, y que tenía montada una mesa de ping pong y andaba buscando algún peregrino que quisiera jugar con él. Si no queríamos llegar tan lejos, podíamos hospedarnos en “El Caminante” en Santa Catalina de Somoza que también estaba muy bien.

Desde Hospital de Orbigo el camino se abre en dos, con una senda más corta que discurre junto a la carretera, y otro más largo que se dirigía a Villares de Órbigo y Santibáñez de Valdeiglesias por un camino que nos recomendaba Miguel por ser bastante más agreste. Hemos optado esta mañana por el segundo y la verdad es que ha sido un total acierto.
Creíamos que habíamos salido temprano, sobre las 8:30 horas, pero el resto de peregrinos (franceses, belgas, ...), más acostumbrados a madrugar nos llevaban más de una hora de ventaja por lo que apenas hemos coincidido con ellos en todo el trayecto.

El paisaje ha sido típicamente agrario y llano hasta Villares de Órbigo. Al salir de Villares el camino se adentra en una zona boscosa bastante bonita con las primeras luces de la mañana, pero que se une a la carretera de Santibáñez de Valdeiglesias al poco rato. Desde Santibáñez el camino ha sido más interesante, con vaguadas, zonas arboladas, y un bello paisaje con las montañas nevadas al fondo, muy al fondo y que es en teoría donde se encuentra Ponferrada... ¡¡ que lejos!! ¿llegaremos???.
Llevábamos un buen trecho cuando hemos visto un carrito verde de los helados  y decorada con lo que parecen corazoncitos (¿?)allá a lo lejos, frente a lo que parece una vieja construcción agraria. ¿espejismos??. Conforme nos íbamos acercando hemos visto a otra pareja de peregrinos que conversaban con alguien. “La Casa de los Dioses”, se llama y la mantiene David, un empresario reconvertido a ayudante de los peregrinos, que ofrece limonada fresca, frutos secos y conversación a los peregrinos. Hemos hablado de como el Camino ha cambiado a tanta gente, del viaje interior, de cómo los problemas de la gran ciudad desaparecen porque cambian nuestras prioridades en la vida, ...

Reanudamos nuestra marcha hasta el Crucero de Santo Toribio con la vista al fondo de la ciudad de Astorga. Tenía un dedo del pié izquierdo martirizado con una hebilla de hierro de los cordones que me rozaba. Estaba deseando llegar para quitarme las botas, así que el último trecho, algo más de 5 km, lo hicimos con un ritmo muy vivo. Cuando hemos llegado a Astorga nos hemos encontrado un gentío tremendo, con una carrera popular, un mercadillo,... apenas podíamos movernos con los macutos a la espalda. Aprovechando la sobra que brinda la fachada de la Iglesia de San Bartolomé me senté para quitarme las botas y realizar unas curas. Desgraciadamente he tenido que ponérmelas de nuevo al cabo de unos minutos para seguir andando. Visita y sello en la Catedral (fuimos los últimos en entrar por lo que pudimos visitarla en un completo silencio), un pequeño refrigerio y vuelta a andar en dirección a la zona de los Maragatos.

El sol daba de pleno cuando a la salida de Astorga nos hemos encontramos con Miguel el carpintero, que nos ha acompañado hasta Murias de Rechinando. Nos habló de las veces que había realizado el Camino, y de la sensación que deja llegar a Santiago, una sensación que puede durar horas, días o meses, y que puede cambiar a las personas. Nos habló también de su vida bohemia en Madrid, de los días que pasó como hospitalero, y de gente curiosa como Tomas el templario que reformó una casa del pueblo abandonado de Manjarín para convertirla en un albergue para peregrinos.

Aprovechamos en Murias para coger algo de agua y descansar en un parque a la sobra. Luego el camino desde Murias hasta Santa Catalina de Somoza ha sido algo tedioso, recto, sin ningún atractivo, con mucho sol y sin ninguna sombra. En Santa Catalina hemos realizado una pequeña parada, apenas media hora. Los pueblos de los arrieros maragatos son muy bonitos, todo en piedra con sus puertas pintadazas de azul claro, verde, ... Merecía quizás una visita más detenida pero no teníamos tiempo dado que nos quedaban todavía 4 km hasta El Ganso.

Quizás porque el sol había bajado un poco o por que el paisaje era más verde esta última parte ha sido la que más me ha gustado. A las 18:00 horas estábamos por fin en El Ganso, ya sólo nos quedaba buscar el albergue.

Al llegar y nada más acceder al albergue nos encontramos con un letrero sobre una mesa “Volveré pronto. Puedes pasar y buscar acomodo”. Nos encontramos con un grupo de alemanes que descansaban en el patio interior y luego con un francés que nos confirman que habían llegado hace unas horas y no han visto al hospitalero y que se habían instalado en las camas que quedaban libres. Hemos buscado acomodo en las literas de la planta superior y nos hemos ido a comer algo en la Taberna/Bar Cowboy: un curioso establecimiento decorado con una mezcla del oeste (sobreros, carteles y fotos, rifles, ..) y de la zona (herramientas de labranza, carburos de las minas, ...) que lo hacen de lo más singular. Por suerte sirven unos buenos platos de lentejas, judías, para cenar que nos han entrado de maravilla. Por cierto hemos coincidido con los belgas del “Albergue de San Miguel” y la belga de la casa de Pilar. La velada se ha ido animando, con un mejunje lingüístico entre inglés, francés, algo de castellano.., hablando de las “cijeñas” (cigüeñas), y también de la “gasolina” (orujo) que servía el tabernero.

sábado, 10 de abril de 2010

Mi primer Camino de Santiago - El cangrejo nocturno

Segunda etapa Valverde de la Virgen – Hospital de Orbigo (21,4 km)

Pilar nos dijo que no tendríamos problemas con los albergues en estas fechas y que por lo tanto podríamos ir con calma, sin tener que correr para coger sitio. Así que hemos salido relativamente tarde del Albergue. El recorrido nos ha defraudado del todo, junto a la ctra. Nacional casi todo el tiempo con el trasiego constante de coches y camiones. Así que hemos aprovechado para hacer todos los km de un tirón y plantarnos en Hospital de Orbigo antes de las 14:00 horas.
Hemos escogido el Albergue de San Miguel donde nos han atendido de maravilla. Hemos encontrado bastante gente, un grupo de franceses (de sesenta y tantos..), un par de belgas (parecen hermanos), .. y un alemán que viene desde León con una pareja de mejicanos. Hemos hablado bastante con los últimos. Han cogido un vuelo desde su país hasta Madrid y al día siguiente cogieron un tren y se plantaron en León para hacer el Camino. No deja de sorprenderme que es lo que hace que tanta gente venga de tan lejos para hacer el Camino.
La casa es muy curiosa, adornada con gusto y con sus paredes completamente llenas de cuadros. En la guía dicen que son de los peregrinos que han dormido aquí e invitan a que la gente pinte su propio cuadro... La leche.. vaya cuadros. Como dirían luego los belgas con gusto nos llevábamos uno para colgarlo en nuestra casa. Miguel, el hostelero, luego me dijo que casi todos pertenecen a un concurso anual que convoca el hostelero (6.000 euros de premio) y al que asisten un montón de pintores PROFESIONALES. Eso me cuadra más...

Esta noche ha sido un poco movidita: Seríamos unos 20 en el mismo cuarto durmiendo el literas. Dormía abajo placidamente cuando he sentido un pellizco en el pié. Me incorporo y no veo nada. Un montón de bultos negros. Me volví a tumbar pensando que lo había soñado. Estaba en mi segundo o tercer sueño cuando vuelvo a sentir que algo me retuerce el pié. Me incorporo de nuevo de un salto. Está claro que no es un sueño pero quién ha podido hacerlo.... todo el mundo duerme. Me propongo descubrir al gracioso y me quedo un buen rato despierto. Nada se mueve.. Me dedico a intentar adivinar donde duerme cada uno por los ronquidos o el ruido que hacen .. me quedo dormido. Al rato me vuelven a retorcer el pié, me vuelvo a incorporar y esta vez si que veo una mano que se retira y se esconde dentro del saco en la litera de al lado. No consigo reconocer de quien se trata y me prometo montarle una buena por la mañana cuando me levante a la mañana siguiente.

Me he despertado tarde así que no he podido ver quién estaba durmiendo al lado. Al irme a asear se a acercado el alemán que me ha preguntado en inglés si he dormido bien.

- “good”, le respondí en un mal inglés
- “I don’t sleep all night, ... “ me soltó con mala cara, .. no entendí lo demás que me contó.

Luego me enteraría que le molestaba como roncaba (diré en mi favor que no era el único y que luego los demás me comentaron que apenas se habían percatado) y se había dedicado toda la noche a “pellizcarme” (más bien retorcerme) los dedos de los pies.

viernes, 9 de abril de 2010

Mi primer Camino de Santiago - Algunas lecciones con una buena jarra de vino

Viaje desde Madrid y primera etapa León – Valverde de la Virgen (13 km)

Hemos llegado a León al mediodía. No sabíamos como funcionaba el sellado de las Credenciales así que nos fuimos hacia el centro esperando encontrar información para los Peregrinos en el trayecto. Terminamos en la Catedral donde nos informaron que en el Museo ponían la Credencial... Siii!!. Nuestro primer sello del Camino.

- “¿Dónde habéis empezado el Camino?”, nos preguntaron.
- “Empezamos hoy”,
- “Ahhh!! Por eso os veo tan frescos...”.

Tanto se nota??. Desde allí hemos salido de la ciudad callejeando hasta llegar al antiguo Hospital de Peregrinos de San Marcos y al cruzar un viejo puente de piedra hemos vimos una Cruz del Camino, las marcas en las calzada (dentro del casco urbano con una concha de Santiago en bronce) y las primeras flechas amarillas que marcan la dirección a seguir.

A las 17:30 horas estábamos saliendo de León, y el sol picaba de lo lindo, cuando subíamos una cuesta por el polígono. Un recorrido bastante deslucido entre chatarra y naves industriales. No se si a esto se refería el mensaje que hemos encontrado en una tapia abandonada: “El Camino real sólo es interno”.

A las 19:10 y 13 Km después llegamos a Valverde de la Virgen frente a la Floristería-Hospedería “La Casa del Camino” donde hemos pasado nuestra primera noche. Pilar y Zacarías nos han tratado de maravilla. Pilar decía que llevaban sólo un año (las instalaciones estan nuevas) y que abren todo el año (aunque este invierno sólo tenían 2-3 peregrinos ¡a la semana! dicen tenerlo claro y que quieren mantener abierto para servir al peregrino).
Compartimos estancia con otra Peregrina Belga que inició su Camino en St. Jean Pied de Port (la primera etapa en la entrada desde Francia).
Que buen momento junto a la estufa, con una jarrita de vino y hablando de los peregrinos que habían pasado por allí. Una animada charla que nos permitió aprender algunas verdades del Camino, de la gente que vive el Camino y los que viven del Camino, de los peregrinos ocasionales y aquellos que llevan años yendo y viniendo, los bohemios... Zacarías nos ha enseñado una foto de cuando hicieron más de 40 km en una etapa utilizando una cabra para cargar sus enseres.... Desde ese momento tenían claro que hablar de nuestras aventuras de cuando éramos más jóvenes y que habíamos cruzado los dos macizos de Picos, de Tresviso a Fuente De en menos de tres días no interesarían a nadie y que se quedaban muy detrás del esfuerzo y sobre todo el espíritu de los peregrinos del Camino.
La cena preparada por Pilar, deliciosa y abundante, ha estado acompañada por un par de jarras de vino que trajo Zacarías. No se si es otra costumbre más del Camino pero, poco acostumbrado al alcohol, los colores encendieron mi rostro al rato y tuve que pedir por favor que cambiaran el vino por algo de agua.

jueves, 8 de abril de 2010

Mi primer Camino de Santiago - 3,5 euros

Probablemente hace más de 15 años que no hacía una marcha de varios días con un macuto a la espalda, y aunque conservo mis viejas mochilas, entendía que las cosas habían cambiado un poco, mi espalda no era la misma y debía buscarme un macuto mejor preparado para este largo Camino.

Busqué en Ebay y... bingo!, encontré un buen macuto a buen precio. Lo que nunca pude imaginarme era que me costara tan poco. Aguardé con impaciencia la llegada del paquete y no fue hasta la mañana antes de mi marcha cuando me llegó.

Comienza así, con 3,5 euros mi primer Camino.